Obesidad y Covid-19

 

La pandemia que estamos viviendo, originada en China y expandida por todo el mundo, nos hace reflexionar en todos los aspectos de nuestras vidas. Hasta el día de hoy el virus SARS CoV-2, que produce la enfermedad COVID-19, ha infectado a 1,945,055 personas en todo el mundo. Estados Unidos, España e Italia son los países que más pacientes han reportado contagiados por el virus SARS-COV-2.

Esta enfermedad se manifiesta con un amplio espectro de síntomas dado que puede pasar desapercibida o confundirse con un simple resfriado a provocar síntomas respiratorios severos y llegar a la insuficiencia respiratoria. La mortalidad de los pacientes se ha comportado de forma heterogénea, China reporta una mortalidad de 2 por cada mil casos, mientras que Italia tiene 166 por cada millar. Al inicio de la pandemia, los primeros reportes señalaban que los pacientes con riesgo eran las personas mayores de 65 años; conforme ha pasado el tiempo y avanzado la epidemia hasta convertirse en pandemia hemos conocido más sobre el curso de la enfermedad, nos hemos dados cuenta que realmente ningún habitante de este mundo está libre del riesgo de contagio y nadie esta libre de riesgo de muerte al contraer la enfermedad.

En México desde el inicio de la epidemia hasta hoy se han reportado 5014 casos y 332 muertes. No entraré en polémica sobre los datos, los reportes y las declaraciones de la autoridad sanitaria. Lo que si quiero comentar es algo que nos pone en riesgo particular a los mexicanos de padecer enfermedad grave por COVID-19: la obesidad.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que los pacientes con mayor riesgo de enfermedad grave son aquellos que presentan obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial y enfermedades cardiopulmonares. El gobierno de Reino Unido reportó que el 63% de los pacientes con COVID-19 que fueron admitidos en unidades de terapia intensiva tenían un índice de masa corporal superior a 35 kg/m2sc (obesidad grado II).

El paciente con obesidad tiene un estado pro inflamatorio persistente. Diversas proteínas inflamatorias se encuentran elevadas permanentemente (interleucina 1, 6, factor de necrosis tumoral, proteína C) y aumentan a medida que aumenta la adiposidad en el organismo. Esta es la razón por la cual los pacientes con obesidad tienen un mayor riesgo de tener una enfermedad grave al contagiarse por SARS-CoV-2.

Hasta el día de hoy, en nuestro país, el 39% de los pacientes que han fallecido padecían obesidad, 46 % hipertensión y 40 % diabetes mellitus. Estas enfermedades crónicas son lo que han colocado a nuestro país como uno de los países con mayor mortalidad de pacientes menores de 65 años

En México el 75 % de la población tiene sobrepeso (39.1%) y obesidad 36.1 % . 40% de las mujeres y 30% de los hombres en este país tienen un índice de masa corporal mayor a 30 kg/m2sc. Además de estas cifras, debemos considerar a los 8.6 millones de personas que padecen diabetes mellitus y a los 15.2 millones de mexicanos que sufren de hipertensión arterial.

Este juego de cifras nos lleva a concluir que mas de 43 millones de mexicanos tienen uno o más factores de riesgo de padecer enfermedad grave y/o mortalidad en caso de infectarse por COVID-19.

Ante esta realidad solo nos quedan tres opciones: 1) reconocer que la obesidad es una enfermedad que pone en riesgo la salud de los pacientes 2) desarrollar estrategias de salud pública para mejorar la educación en salud y nutrición en la población, 3) reconocer la obesidad como enfermedad y desarrollar programas de tratamiento integral en todos los niveles de atención.

Dr. Fernando Pérez Galaz, FACS, MC.
Cirujano del aparato digestivo y bariatra.

Bibliografía:

  1. https://coronavirus.jhu.edu
  2. https://coronavirus.gob.mx/multimedia/