Una de las recomendaciones que más hago durante la consulta es la de comer despacio. Se que es difícil en una ciudad como la nuestra en donde el tiempo nunca alcanza y para comer tenemos poco tiempo. Sin embargo creo que es uno de los peores hábitos que desarrollamos durante nuestra vida. A continuación enumeramos algunos de los beneficios que tenemos al tomarnos el tiempo de disfrutar nuestros alimentos y comer despacio.
Consumimos menor cantidad de alimento por lo que serán menos calorías.
Al comer despacio damos tiempo a que nuestro estómago y cerebro se comuniquen y la señal de saciedad llegue antes de que el estómago este lleno al tope.
Regula nuestro peso.
Sin duda, el comer con una velocidad moderada, evita que comamos de más. Masticar adecuadamente cada bocado ayuda al adecuado metabolismo de los nutrientes.
Tienes mayor poder de decisión sobre lo que vas a comer.
Al tomarse el tiempo para comer, puedes tomar mejores decisiones sobre la calidad y la cantidad de alimento en cada comida.
Mayor sensación de saciedad.
La señal de saciedad entre el estómago y el cerebro es lenta, masticar 10 a 15 veces cada bocado da el tiempo necesario al estomago para ir retroalimentando al cerebro sobre el nivel de saciedad y evitar la ingesta extra de alimento.
Disfrutas más de la comida.
Con calma, se disfruta cada bocado.
Es un buen hábito para relajarnos.
Sin duda alguna, el hábito de comer despacio se lleva de la mano de un momento de relajación y hace más placentera la comida.
Cuida tu salud dental.
Masticar suficientemente los alimentos permite que el bolo alimenticio sea formado adecuadamente y existan menos residuos de comida que se depositen entre los dientes y encías.
Promueve una correcta digestión evitando la indigestión.
La digestión comienza en la boca, las enzimas digestivas de la saliva junto con la mecánica de la masticación promueven que los alimentos se muelan y se vayan separando los nutrientes. Al llegar al estómago, un bolo alimenticio bien formado se desintegra más rápidamente.
Tips:
Cuenta cuantas veces masticas cada bocado.
No hables durante los bocados.
Deja el cubierto en la mesa entre bocado y bocado.
No te llenes la boca por completo, toma bocados más pequeños.
No tomes líquidos durante los alimentos sólidos.