REFRESCOS Y OBESIDAD

La obesidad exógena se presenta cuando existe un desequilibrio entre la ingesta energética y su deficiente gasto, por lo que puede definirse como el incremento en el peso corporal debido a la excesiva acumulación de grasa; y por la asociación que existe con un mayor riesgo de comorbilidades como diabetes tipo 2, síndrome metabólico,  hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares entre otras.

En el mundo existen un millón cuatrocientos mil adultos con un IMC de por lo menos 25, de los cuales quinientos millones son obesos (40% hombres y 60% mujeres). La prevalencia de obesidad aumentó más del doble entre 1980 y el 2014: 11% de los hombres y 15% de las mujeres eran obesos. Se estima que 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos en el 2015, casi un aumento de 11 millones en 15 años.

En México existen cincuenta y tres millones de adultos obesos y los grupos de edad más afectados se encuentran entre los rangos de 49 a los 59 años de edad  por lo tanto el objetivo principal en el manejo de la obesidad es la pérdida de peso equilibrada, la prevención de las complicaciones cardiovasculares y metabólicas con aumento de la calidad de vida, reducción de la mortalidad y en el caso del sobrepeso, reducción del riesgo de la obesidad.

En América Latina, el sobrepeso y la obesidad afectan a 25 % de los niños y jóvenes menores de 19 años.

México es el 4 consumidor de refrescos a nivel mundial. Se consumen 163 litros por personal anualmente. Seguido muy de cerca por Argentina y Chile.

Nuestro país es pionero en la aplicación de un impuesto a las bebidas azucaradas. En el 2013 se aprobó por el Congreso de la Unión un aumento de 1 peso al Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS). Esta medida que causó mucha polémica tanto a favor o en contra. Cifras del Instituto Nacional de Salud Pública reportaron que el consumo de refrescos disminuyó en un 7% durante el 2014 a solo un año de su implementación y que el segmento de la población más afectado por este incremento fue el de bajos ingresos lo que generó una buena respuesta de diversos organismos nacionales e internacionales ya que este segmento de la población es el que se tiene mayor riesgo de sobre peso y obesidad.

Otros países han implementado la misma estrategia que México al establecer impuestos a refrescos que van desde el 10 al 20% tal es el caso de la ciudad de Berkley en California, Estados Unidos; también en Chile y Argentina se están analizando propuestas para implementar un impuesto al consumo de estas bebidas.

Sin embargo las cifras de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC),reportó un crecimiento en el volumen de venta de refrescos acumulado de enero a abril 2016 de 2% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

La obesidad tiene un impacto profundo en la sociedad. Las personas que la padecen tienen un riesgo importante de muerte temprana. Es urgente desarrollar más y mejores políticas sobre educación nutricional y educación física para fomentar una alimentación sana y una cultura del deporte en nuestros niños y jóvenes. Solo así podremos ganarle la batalla a esta enfermedad.

Dr. Fernando Pérez Galaz **

** Cirujano general, especialista en cirugía gastrointestinal, bariátrica y metabólica.