Dolor abdominal por úlcera gástrica perforada
Paciente femenino de 62 años de edad con antecedente de cirugía de columna hace un mes con dolor postoperatorio persistente tratado inicialmente con anti inflamatorios orales. La paciente posterior a la cirugía de columna continúa con dolor por lo que toma analgésicos por vía oral en altas dosis.
Los síntomas los desarrolla de forma súbita caracterizados por náusea, dolor abdominal tipo punzante en la parte superior del abdomen que se irradia a espalda y hombro. Me llamaron a las 3 de la mañana, el esposo de la paciente menciona que desde las 11 pm de la noche previa la paciente refiere los síntomas y que cada vez son más intensos. Al escucharla quejándose del dolor decidí ir personalmente a revisarla. Al llegar a su casa y revisar a la paciente la encontré con fascias de dolor, deshidratación moderada, con signos vitales estables, al explorar el abdomen encuentro signos de irritación peritoneal por lo que decidimos trasladarnos al hospital.
Al ingresar al servicio de urgencias del Hospital, y después de canalizar a la paciente con solución Hartmann, solicité laboratorios y radiografías de abdomen y tórax.
El diagnóstico de ingreso a quirófano nos lo dio la radiografía de tórax en donde se muestra una imagen inequívoca de aire libre subdiafragmático. Se programa la paciente para laparoscopía diagnóstica por sospecha de úlcera gástrica perforada.
En la cirugía encontramos líquido libre purulento proveniente de una úlcera de 1 cm perforada localizada en el cuerpo gástrico en la cara anterior. Realicé la debridación del tejido de la úlcera para toma de biopsia (debemos descartar que la ulcera sea maligna) y cierre primario en dos capas. Posterior al cierre realicé un lavado minucioso de la cavidad abdominal drenando 300 ml de líquido purulento y coloqué un drenaje. Al terminar la cirugía el médico endoscopista del grupo realizó una endoscopía para valorar el esófago, la cámara gástrica y la primera porción del intestino delgado (duodeno) encontrando úlceras pequeñas de menos de 1 cm en el cuerpo y en la región pilórica.
La paciente fue ingresada al servicio de terapia intermedia para vigilancia postoperatoria evolucionando de forma satisfactoria con poco dolor, a las 8 horas de la cirugía inició la deambulación fuera de cama logrando canalizar gases y comenzar a restituir el movimiento intestinal.
Después de 48 horas de la cirugía iniciamos de forma progresiva la dieta por vía oral iniciando con dieta líquida hasta progresarla en las siguientes horas a dieta blanda.
La paciente egresó del hospital a las 72 horas de la cirugía con un buen susto pero feliz de regresar a casa en compañía de su familia.
Dr. Fernando Pérez Galaz.